El diario de una japonesa: Mi querida Marylin

Visito a Ronda cuanto pueda porque vive mi queridisima familia de Anita. Por donde viven ellos, con andar un poco basta para ver un grupo de ovejas y vacas.

Como soy de Tokyo estaba super alucinada con ello porque me parecía que vivía dentro de un zoologico.

Un día me invitó a una finca en la sierra de Ronda. Allí había aun mas animales como gallinas, cerdos, ovejas, pavos, burros y en un rincon ví un monton de conejos metidos en una jaula.

Aún recuerdo la primera mascota que tuve, era un conejito blanco y negro que me regalaron por mi cumpleaños. Le puse nombre “Marilyn”

Le quería tanto que cuando falleció me puse hasta enferma y durante dos dias no fui al colegio diciendo que estaba de luto.

Por eso cuando me dijó que me iba a regalar uno, y me preguntó cual de los conejitos me gustaba mas, me puse muy contenta pero contentisima.

Elegí aquel que se parecía más a mi ex-mascota, Marilyn y pedí una cajita donde llevarlo pero me dijeron que tenían montones de bolsas y que cuando volviesemos a la ciudad me lo daban.

Era una familia muy encantadora, campechana y divertida. Comimos monton y despues fuimos a cojer los esparragos, lo pasé super bien.

Y en el momento en el que ibamos a volver a la ciudad me dieron una bolsa, una bolsa de plastico de un supermercado,

y alli estaba Marilyn,
mi Marilyn … pelado y cortado.

Marilyn ya no era mi Marilyn, se habían comvertido unos pedazos de carne…

No podrais imaginar como me sentía pero no soy vegetariana sino carnívora, vivo alimentando con el carne de otros. No debía ser hipocrita ni cursi. Por eso  lo recibí diciendoles gracias.

Como todo tipo de carne y a lo mejor aquel chuleton del otro dia era el Marilyn de alguien. Solo por mi Marilyn no debería lastimar, no debería llorar. 

Asi que lo cociné tal y como me explicaron, mientras que mi cabeza no se quitaba la sonrisa de Marilyn pero me lo comí, lo comí casi llorando, digiriendo la tristeza de ser carnivora.

Nunca en mi vida había comido carne de conejo y encima…, desgraciadamente… estaba buenisima.

Pero sabía un poco amarga, era poruqe cociné con cerveza y mis lagrimas…

 

 

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